No hay riesgo de desabasto de medicamentos a nivel federal por el cambio de paradigma en la compra consolidada que busca generar ahorros y combatir el oligopolio de las distribuidoras, aclararon la Secretaría de Hacienda, de Salud y representantes de la industria. Pero los retrasos en su implementación dejaron tiempos reducidos a las fabricantes para elaborar y distribuir las medicinas faltantes reportadas en las entidades para el segundo semestre de este año. Todo dependerá de los inventarios.
Ciudad de México, 25 junio (SinEmbargo).– Representantes de la industria farmacéutica advirtieron que «los tiempos ajustados» para la fabricación y distribución de medicamentos, derivados del nuevo esquema de compra consolidada de la Secretaría de Salud y la Secretaría de Hacienda, orilla a que sólo surtan las empresas que cuentan con el inventario, pues elaborar medicinas requiere por lo menos de tres semanas a partir de este 28 de junio en que se dé el fallo de licitación.
Raquel Buenrostro Sánchez, Oficial Mayor de la Secretaría de Hacienda, expuso ayer en conferencia de prensa que como parte de este nuevo modelo –que busca eliminar corrupción, generar ahorros, mejores precios, calidad y combatir el oligopolio de las distribuidoras con sobreprecios de hasta 35 por ciento–, se separaron las líneas de negocio en dos: la fabricación de insumos de la salud y la distribución desde laboratorios a puntos de entrega.
Luego de más de dos semanas de retraso y recalendarización, ayer por la caída del sistema de CompraNet, este martes la Secretaría de Salud en acompañamiento con Hacienda abrió la licitación internacional para la contratación consolidada de bienes terapéuticos para el segundo semestre de 2019 dirigida solo a los fabricantes de insumos de la salud y solo para los insuficientes reportados en las entidades. El fallo de ganadores luego de revisar las propuestas se calcula dar este viernes.
«Las empresas que pudieran participar, dados los cortos tiempos, son aquellas que ya tienen fabricado el producto. De otra forma no se explica cómo se podrá hacer», aseguró en entrevista Rafael Gual Cosío, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA).
La compra consolidada en curso es para medicamentos generales (los patentes especializados se revisan a parte por ser fuentes únicas), que representa el 20 por ciento de las 19 mil claves que se asignan, pero en costo (17 mil millones de pesos) equivalen al 80 por ciento del presupuesto gastado, especificó la Oficial Mayor Raquel Buenrostro.
«Con el modelo que están poniendo, los que están participando van a ser aquellos que tengan inventario, porque si no va a ser imposible», coincidió Juan de Villafranca Andrade, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Farmacéutica (AMELAF), representante de 40 laboratorios con más de 60 plantas en el país.
«Es una licitación un tanto apresurada, entonces se han dado cuenta que algunas cosas que pensaban que iban a ser más sencillas resultan más complicadas, y es por eso que lo han venido aplazando. Como industria es muy importante para nosotros que haya definiciones. Como vemos, los tiempos van a estar muy apretados», dijo vía telefónica.
Explicó que si se cuenta con la materia prima para un medicamento, primero se requieren 14 días para validar la calidad, luego se fabrica y posteriormente se hace otra validación inmunológica.
«Requiere una planeación y si no se hace adecuadamente, es imposible. Todo esto nos lleva a que incluso teniendo la materia prima no habría posibilidades de surtir el medicamento por lo menos en tres semanas», advirtió.
Hace un mes, la Oficial Mayor había reconocido que el nuevo modelo de compras consolidadas no es una ocurrencia, y en otros países ha generado ahorros de entre 20 y 30 por ciento en el primer año, pero es un proyecto «complicado y nos va a costar mucho». Otras naciones han tardado hasta 15 años en concretarlo, dimensionó.
El director de la CANIFARMA, Rafael Gual, comentó que estos cambios «significan retos importantes tanto para la industria como para el propio Gobierno, y lo estamos viendo con las condiciones que se han venido presentando y que son la causa de estos retrasos. La primera entrega será un reto importante por las cantidades que se manejan».
CONTRA EL OLIGOPOLIO DE DISTRIBUIDORES
Por separado, para evitar oligopolio y sobreprecios, se abrirá otro proceso de licitación para el proceso de distribución para elegir solo a las empresas que cumplan con los permisos requeridos por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). No han especificado fechas.
«Se va a dividir el proceso de contratación en cinco regiones de tal suerte que no tengamos oligopolios de distribución y se vuelva más competitivo el proceso», dijo la Oficial Mayor Raquel Buenrostro este lunes. «Se están sincronizando las fechas para que la distribución quede junto con las entregas de los medicamentos».
Se espera que durante la primera quincena de julio estarán distribuyendo los medicamentos a las entidades federativas.
Rafael Gual Cosío, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), dijo que «mejora un poco el panorama» este planteamiento de contratar a empresas especializadas en distribución, ya que el gobierno no contaba con la capacidad para hacerlo como lo planteó en un inicio.
No obstante, «todavía hay condiciones complicadas en cuanto a la recepción de los medicamentos en siete almacenes para de ahí llevarlos a las regiones. Habrá que ver cómo lo pueden solucionar», observó.
«¿Cómo va a ser el proceso de recepción?, ¿cómo va a ser el proceso de descentralización de estas cinco regiones? No sabemos exactamente qué alcances tengan estos distribuidores», cuestionó Gual.
Para efectos de laboratorio, agregó Juan de Villafranca Andrade, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Farmacéutica (AMELAF), «la distribución es una gran responsabilidad porque tienen que llevar los productos en temperaturas controladas, llevar bien los inventarios, y lo que esperamos es que funcione bien lo que están planteando».
Hugo López-Gattel Ramírez, Subsecretario de Prevención y Promoción de Secretaría de Salud, abundó en la rueda de prensa del lunes que el panorama históricamente vivido, sobre todo en la última administración 2012-2018, era que las compañías distribuidoras formaron un mercado oligopólico que generó sobre precios de entre 30 y 35 por ciento porque «manipulaban» el mercado.
«Los insumos para la salud tienen un titular del registro sanitario (otorgado por Cofepris si es de calidad) que generalmente es la entidad privada que lo fabrica o que tiene la exclusividad de comercialización en México. Pero las compañías distribuidoras, cuyo giro de negocio es transporte, almacenamiento, inventario y entrega de los productos quedaba incertado entre la entidad privada (el fabricante) y la entidad pública compradora (el Gobierno)», dijo López-Gattel.
De acuerdo con el Subsecretario, las distribuidoras llegaban a «arreglos internos» para tener predominancia en los concursos y procesos de adquisición, inducían una fragmentación de la información en los puntos de compra, y hacían abastos insuficientes para que se acabaran a mitad de año y se comprara de urgencia a mayores precios.
NO HAY DESABASTO FEDERAL
A nivel federal no hay retraso en la compra de medicamentos que genere un desabasto más allá del común en el sistema de salud pública. El problema está en las entidades.
El 28 de noviembre del año pasado el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) firmó un contrato para el abasto de medicamentos consolidados de la federación para todo este año hasta el 31 de diciembre de 2019, afirmó la Oficial Mayor, Raquel Buenrostro.
Sin embargo, en el sexenio pasado, algunos gobiernos estatales como los de Tabasco (Arturo Nuño Jiménez) y Veracruz (Javier Duarte de Ochoa) no hicieron los pagos de medicamentos a los laboratorios farmacéuticos, por lo que no han querido surtirlos porque «se les debe muchísimo dinero».
Hugo López-Gattel Ramírez, Subsecretario de Prevención y Promoción de Secretaría de Salud, reiteró que derivado del contrato de noviembre de 2018 se cuenta con «un respaldo» que da espacio de maniobra durante la estabilización del nuevo esquema de compra consolidada.
«Monitoreamos periódicamente el abasto en las entidades federativas y no están al 100 por ciento, pues se han consumido a lo largo del año y estamos en niveles de abasto/existencia entre 30 y 50 por ciento, que suele ocurrir a mitad del año. Y queremos empezar el abastecimiento para el segundo semestre para acompletarlas, pero tenemos el respaldo del contrato de 2018», planteó en entrevista radiofónica.
La Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), en voz del director general Rafael Gual Cosío, coincidió.
«No hay un riesgo de desabasto», dijo a este medio. «Afortunadamente tienen la licitación de 2018 de la cual podrían echar mano y con ello solucionar un posible riesgo de desabasto».
Los casos reportados por los institutos nacionales de salud, comentó, son porque no adquirieron la suficiente cantidad de medicamentos en esa licitación del año pasado.
«La industria farmacéutica tiene la capacidad para surtir y estamos haciendo todo lo posible para poder abastecer al mercado sin que haya ningún contratiempo», afirmó para disipar angustias sobre desabasto.
A la Asociación Mexicana de la Industria Farmacéutica, afirmó su director Juan de Villafranca Andrade, le interesa platicar con la Secretaría de Salud y Hacienda sobre lo que pasará en la licitación de 2020. «Lo que nos interesa es que salgan bien las cosas. No podemos improvisar», previó.